¿Es conveniente tomar un crédito en el contexto económico actual?

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5 Agosto, 2014 Creditos.com.ar Sin Comentarios
¿Es conveniente tomar un crédito en el contexto económico actual?

La posibilidad de un default preocupa a los argentinos que, aún sin saber exactamente qué impacto tendrá en su economía familiar, temen situaciones similares a las que se sucedieron tras la crisis del año 2001. En este escenario, ¿es coveniente tomar un crédito? Analizamos los factores a tener en cuenta en esta nota.

La Argentina atraviesa un momento económico muy particular: los precios de bienes y servicios muestran un incremento sostenido de la mano de la inflación, que se estima superará el 30% anual, mientras que el miedo al default comienza a disparar dudas y temores que hacen que más de uno se atreva a hablar de una reinstauración del corralito, como ocurriera en 2001.

En este escenario desequilibrante e incierto para cualquier bolsillo, los créditos se convierten en un producto al que muchos prefieren no echar mano. En este sentido, los especialistas recomiendan ser cautos y evaluar cada uno de los factores que entran en juego antes de tomar un préstamo.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de tomar un crédito en la Argentina actual?

Esta pregunta, al parecer sencilla, tiene una respuesta muy compleja, que obliga a repasar diversos hechos que se han dado en los últimos tiempos: si bien se registra una restricción en los créditos, lo cierto es que los préstamos que ofrecen entidades, financieras y casas comerciales se van a mantener, al igual que el ProCreAr, a pesar de que hoy este crédito para vivienda no es suficiente para cumplir con los objetivos de construcción de los beneficiarios.

Los expertos aseguran que la Argentina logrará cierta estabilidad en el corto plazo, permitiéndole mantener ciertos aspectos de la macroeconomía intactos. De este modo, se proyecta que hasta diciembre de 2015 el panorama de nuestro país no tendrá grandes modificaciones.

Si esta proyección se cumple, tomar un crédito se convierte en una alternativa conveniente siempre y cuando se consideren algunas variables esenciales, que incluyen:

– Tasa de interés: teniendo en cuenta que se espera una inflación anual aproximada del 35% anual, debemos cotejar la tasa de interés con este índice antes de tomar un préstamo. En este sentido los especialistas ponen énfasis en la importancia de tomar créditos cuyas tasas de interés no superen el nivel de inflación esperado de manera significativa.

– Necesidad: evaluar qué necesidad se va a satisfacer con el crédito es esencial. Existen préstamos que pueden postergarse, mientras que otros se convierten en una urgencia ineludible. Evaluar el destino de los fondos es clave para identificar si realmente es imprescindible endeudarse hoy por hoy.

– Tipo de tasa: haciendo un simple análisis de la realidad económica Argentina resulta lógico pensar que el crédito que hoy conviene es el crédito a tasa fija. De lo contrario estamos sujetos a los vaivenes de la economía de nuestro país, lo que podría tener un fuerte impacto en la cuota del préstamo. Sin embargo es bueno tener en cuenta la palabra de algunos especialistas que sostienen que el año próximo podríamos observar una caída en las tasas de interés, por lo que podría ser conveniente, a partir de cierto momento, asumir tasas variables.

– Moneda: teniendo en cuenta la inflación anual que se proyecta, tomar un crédito en moneda extranjera es una muy mala decisión financiera.

– Variación de nuestros ingresos: proyectar la variación que tendrán nuestros ingresos a corto, mediano y largo plazo es un paso imprescindible para poder identificar si resulta o no conveniente tomar un préstamo. Si nuestros ingresos crecen con la inflación o por encima de ella, como es el caso de algunos comerciantes o empresarios e incluso para cierto segmento de los asalariados, tomar un crédito puede ser una alternativa conveniente.

En definitiva, un importante grupo de expertos comparten algunas premisas básicas: en caso de ser necesario, tomar un crédito en este contexto puede resultar conveniente. Lo esencial es evaluar las condiciones de financiación, nuestra situación económica y la evolución de la inflación.