Nunca te peleaste por Plata?

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12 Mayo, 2016 Creditos.com.ar Sin Comentarios
Nunca te peleaste por Plata?

El dinero no sólo posee un valor material sino que esta ligado a muchos aspectos emocionales y culturales.

Idealmente, por su definición de diccionario, el dinero es un “activo aceptado como medio de pago por agentes económicos en transacciones de intercambio material”, pero, prácticamente, también se encuentra relacionado con valoraciones subjetivas ligadas a emociones, aspectos culturales, mandatos familiares y hasta creencias irracionales.

Aspectos abstractos como el concepto de solidaridad o justicia que tenga una persona puede determinar su relación con el dinero y la forma en que lo administra, a su vez, fenómenos psicológicos o relacionados con la historia del país o de la persona pueden encontrarse en lo profundo de una actitud nociva relacionada al dinero.

¿Qué comportamientos respecto al dinero, con raíz emocional, pueden desatar problemas en las relaciones o inconvenientes financieros?

Comportamientos directos: en primer lugar se encuentran estas situaciones en las que la actitud esta relacionada directamente con la manera de manejar la plata. Por ejemplo, el amigo que siempre olvida la billetera a la hora de pagar, el que descuenta un porcentaje de la cuenta por que “él no tomo tanto vino”, la que se suma a último momento a la cena y no lleva nada o la que se compromete a comprar un regalo grupal y después hay que perseguirla para que haga su aporte.

Comportamientos indirectos: estas son situaciones que no están directamente relacionadas con el pago de un bien o servicio pero no dejan de ser molestas. Como por ejemplo: una salida grupal a la montaña en la que quien “pone” el auto se queda esperando la colaboración por la nafta, el familiar ostentoso que vive alardeando sus bienes, el “avivado” que evita pagar los servicios profesionales de alguien que contrató considerándolos favores o asesorías, entre tantos otros.

Esta categorización no tiene el objetivo de estigmatizar a aquellas personas que tienen estas conductas regularmente, ni de servir para culparse a uno mismo por haberlas tenido en algún momento, sino más bien para tomar conciencia de su existencia y trabajarlas a fin de evitar problemas y distanciamientos con seres queridos.